En particular, la debilidad del suelo pélvico o del esfínter urinario, que son responsables de controlar la salida de la orina.
En las mujeres, el embarazo y el parto pueden debilitar los músculos que controlan la vejiga, provocando incontinencia de esfuerzo.
Trastornos como el ictus, la esclerosis múltiple o la enfermedad de Parkinson pueden afectar los nervios responsables del control de la vejiga.
Las infecciones recurrentes en el tracto urinario pueden irritar la vejiga y provocar incontinencia temporal.
La disminución de los niveles hormonales en la menopausia puede afectar la función de la vejiga y los músculos del suelo pélvico, lo que lleva a la incontinencia.
Para fortalecer los músculos del suelo pélvico y mejorar el control de la vejiga.
Fármacos que ayudan a controlar la vejiga hiperactiva o la incontinencia de urgencia.
Tratamientos como la biofeedback o la estimulación eléctrica para mejorar el tono muscular y la función de la vejiga.
En casos graves, se pueden realizar procedimientos quirúrgicos como la colocación de mallas para sostener la uretra o procedimientos de suspensión vesical.
El tratamiento de la incontinencia urinaria requiere seguimiento continuo para ajustar el plan de tratamiento y asegurar su eficacia. En Urology & Fertility Center, ofrecemos consultas periódicas y apoyo constante para guiar a nuestros pacientes en su proceso de tratamiento y recuperación.
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